LA DECADENCIA DE OXFORD
La cátedra sobre cambio climático impartida en Oxford en días pasados por Marcelo Ebrard, es otra señal de la crisis de las universidades y la cultura occidental: una buena noticia. Las famosas agujas de Oxford, el Maudlin y el Baliol deben haberse cimbrado con la sabiduría del carnal Marcelo, con sus explicaciones en torno a la manera en qué la Supervía del Poniente, el segundo piso a Cuatro Caminos, la Línea 12 del Metro a Tlahuac y los planes de urbanización de Milpalta y la sierra de las Cruces contribuyen a mitigar el cambio climático, y cómo las facilidades a la circulación de más de cuatro millones de autos en la ciudad de México, proporcionadas por su visionaria administración, disminuyen la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero en esta ciudad. En su tumba deben haber revolcado Lewis Carroll y Oscar Wilde, al tener noticia de este acto que refunda al viejo pueblo de Oxford. No olviden participar en el comité de recepción de los más de 3000 alcaldes del mundo que se ocupan del cambio climático y que vendrán en noviembre próximo a discutir a la ciudad de México el cambio climático con Marcelo. Alguien les dijo que las ciudades son responsables de cerca del 70% del calentamiento global y que esta ciudad es la principal productora de GEI en México.
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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
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