26 de mayo de 2009
Barcelona: modelo de movilidad donde participan todos los actores
Barcelona es hoy una ciudad densa y a la vez una ciudad con un ámbito de influencia que genera unos flujos de movimiento más allá de las fronteras del propio municipio. Los intensos procesos de traslado - del punto de residencia o laboral de la población a otros municipios de la región metropolitana, y a la inversa –, junto con el proceso de terciarización de la actividad productiva y la capacidad creciente de esa ciudad como centro de atracción cultural, de recreo y turístico, ha dado como resultado un aumento sostenido de los desplazamientos.
Aunque los catalanes -cuando se desplazan por la ciudad- van mayoritariamente a pie o en transporte colectivo, del total de viajes que se realizan en Barcelona, el modo de transporte que tiene más peso es el vehículo privado, ya sea por movilidad obligada o por otros motivos.
Dentro del grupo de vehículos privados, los vehículos motorizados de dos ruedas tienen un protagonismo importante hasta el punto que Barcelona es una de las ciudades europeas con más porcentaje de motos y ciclomotores. Este medio de transporte se ha consolidado como una forma de desplazamiento que, por el hecho de ocupar menos espacio que el vehículo privado de cuatro ruedas, es ágil a la hora de circular y cómodo a la hora de estacionar.
Las bicicletas, ya sea como medio de transporte habitual o bien de recreo, también han ido ganando su espacio en Barcelona. El clima mediterráneo y la orografía poco accidentada de gran parte del municipio han contribuido favorablemente.
En una red viaria inevitablemente limitada y finita, Barcelona se encuentra ante una movilidad creciente y, al mismo tiempo, diversa. Los diferentes modos de transporte, los espacios de convivencia y de paseo, los espacios de aparcamiento y las operaciones de distribución de mercancías confluyen en un espacio común y público que, necesariamente, se debe compartir en las mejores condiciones posibles.
Para hacer frente al crecimiento y a la diversidad de la movilidad sin sacrificar ni el medio ambiente ni la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas -ni la fluidez y la velocidad media del tráfico en un horizonte de futuro- se promueve en Barcelona un Pacto por la Movilidad: un acuerdo global entre todas las personas que, aunque con intereses no siempre coincidentes, participan en la gestión de la movilidad de la ciudad y hacen uso de su red viaria.
En esencia,¿ el Pacto por la Movilidad consiste en acordar un conjunto de medidas que garanticen todos los usos del espacio urbano. El Pacto es un instrumento de trabajo; un forum para que los ciudadanos, autoridades y sociedad civil construyan el modelo de movilidad para la gran Barcelona del siglo XXI. El Pacto es, de esta forma, un organismo vivo que evoluciona de acuerdo con los nuevos retos que genera Barcelona; una mesa de diálogo y de compromiso recíproco, una fórmula para llegar a acuerdos.
Como está en juego el modelo de movilidad en Barcelona, el Pacto por la Movilidad intenta visualizar de qué manera va a crecer la movilidad y cómo es que se van a dar los movimientos. Para esta iniciativa gran parte de las respuestas están en apostar decididamente por el transporte público y gestionar adecuadamente el transporte privado. Pero también es básico un cambio sociológico sobre el uso – y a menudo el abuso – del vehículo privado. Por tanto, el Pacto aporta medidas dirigidas, todas ellas, hacia un modelo sostenible de la movilidad en las grandes ciudades.
Y las medidas para alcanzar una movilidad sostenible son las siguientes:
- Conseguir un transporte colectivo de calidad e integrado.
- Mantener las velocidades de recorrido y mejorar la velocidad del transporte público de superficie.
- Aumentar la superficie y calidad de la red viaria dedicada a los peatones.
- Aumentar el número de plazas de aparcamiento y mejorar su calidad.
- Mejorar la información y la formación de la ciudadanía, y la señalización de la vía pública.
- Conseguir una normativa legal adecuada a la movilidad de la ciudad de Barcelona.
- Mejorar la seguridad viaria y el respeto entre los usuarios y usuarias de los diferentes modos de transporte.
- Promover el uso de carburantes menos contaminantes y el control de la contaminación y el ruido causados por el tráfico.
- Fomentar el uso de la bicicleta como modo habitual de transporte.
- Conseguir una distribución urbana de mercancías y productos ágil y ordenada.
Finalmente, el Pacto es el resultado de la participación, de la actitud abierta y de diálogo, de la voluntad de querer escuchar y hacerse oír de los miembros del Consejo de Circulación de Barcelona, creado en 1983 para debatir y poner en común los diferentes aspectos de la movilidad en la ciudad.
¿Qué opinarías de un Pacto de Movilidad para la Ciudad de México?
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2 comentarios:
Estaria perfecto tenemos muchos problemas en cuanto a trafico contaminacion y problemas de todo tipo... un sistema como este en mexico, seria fabuloso! es mucho pedir? es imposible? CLARO QUE NO... solo que no ahi alguien con poder que tenga los pantalones para sentarse y armar el plan y el pacto y llevarlo acabo... es caro, pero por algo estan los impuestos
os interesa lifebike??? os llevamos las bicis gratis!
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