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Políticos empresarios, empresarios políticos; ¡Nefasta combinación!
¡No se puede chiflar y comer pinole! ¡No se puede servir a Dios y al Dinero! Dar al ¡Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios! No se puede servir a la comunidad y a sus empresas al mismo tiempo. Necesariamente se le dará preferencia a las empresas y pondrá en segundo lugar a la comunidad, si es que le sobra tiempo. Desde hace muchas décadas la política mexicana empezó a desvirtuarse con la llegada de negociantes a la política; Ya sean políticos empresarios o empresarios políticos, los dos son nefastos para la comunidad y casi me atrevería a afirmar que en este campo no hay excepciones. Es perfectamente natural que un político empresario atienda primero a sus empresas que a la política, entendiendo por esta el servicio a la comunidad ya que el ser humano nace egoísta por instinto y le puede llevar toda una vida dejar de serlo pues se necesita mucho esfuerzo personal para que un egoísta se convierta en generoso, se necesita mucho esfuerzo para dejar de ser animal y convertirse en ángel, además de la ayuda de Dios, y sin embargo debemos aprender a ser generosos, pues es Su mandato. Dios nos quiere Ángeles, seres serviciales y generosos y en la política, que significa precisamente servicio a la comunidad, es absolutamente necesario convertirse en ángeles, en servidores. Por esa confusión entre política y empresas que se ha generalizado a lo largo del país han proliferado los fraudes económicos, los fraudes electorales, las subrogaciones, la privatizaciones, los robos del Fobaproa, las condonaciones de impuestos a los más ricos, las desgracias de todo tipo, el desempleo, la pobreza, la inseguridad; todos los males que usted se pueda imaginar provienen del conflicto de intereses de los políticos empresarios y empresarios políticos.
Por eso; quiero aprovechar esta oportunidad para proponerles a los candidatos que andan haciendo campaña en estos días que los que salgan ganadores propongan una iniciativa de ley en el congreso federal y luego se haga extensiva a todos los estados para que se prohíba terminantemente que ningún empresario pueda ser candidato para ningún puesto público, a menos que renuncie a sus empresas sin posibilidad de usar prestanombres y no dejar ninguna laguna legal para posibilitar su violación no solo el espíritu de esa ley sino también de la forma.
¡Zapatero a tus zapatos!; los políticos a la política y los empresarios a sus empresas. No más combinaciones ya que estas han resultado nefastas para la nación.
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