Se hunde Valle de Chalco 40 centímetros al año
Los ríos La Compañía y Los Remedios ponen en peligro a más de 100 mil familias.
Dom, 15/08/2010
México.- Con un hundimiento récord a nivel mundial de 40 centímetros por año debido a la extracción del agua, miles de familias asentadas en Valle de Chalco, Estado de México, esperan entre la incertidumbre y la impotencia que no se cumplan los pronósticos de que este mes sea el más lluvioso de los últimos 15 años, lo que puede repetir la tragedia de febrero pasado, cuando enfrentaron inundaciones por el desbordamiento de los ríos La Compañía y Los Remedios.
Especialistas del Centro de Geociencias de la UNAM señalan que la deficiente infraestructura hidráulica para la contención y desalojo de las aguas negras que reciben ambos ríos y la profunda depresión que abarca un radio de casi mil hectáreas mantienen en riesgo permanente de inundación, ante cualquier lluvia atípica, a más de 100 mil familias que han construido sus casas en esa zona, donde además es insuficiente o se carece de drenaje.
Marcos Adrián Ortega, investigador del Centro de Geociencias, explica que la operación de 14 pozos construidos en la década de los 80 para abastecer del líquido a una población en constante crecimiento provocó en la región una depresión topográfica que se ubica ya 15 metros por debajo del nivel original del terreno, lo que mantiene expuestas a inundaciones a miles de familias de Valle de Chalco, que por igual enfrentan un posible desbordamiento del río Coatepec, que aun sin las lluvias registra un peligroso aumento en su caudal.
Menciona que el hundimiento anual es de 40 centímetros por año, equivalente a un milímetro por día o dos metros cada cinco años, lo que ubica a la zona como la que se hunde con mayor rapidez en el mundo, tanto por las características del subsuelo arcilloso y la cada vez más intensa sobreexplotación de los mantos freáticos, sin aplicar sistemas de recarga.
Con base en modelos matemáticos, puntualizó el investigador, para 2020 esa extensa zona registrará un hundimiento de hasta 19 metros, lo que hará inevitable inundaciones graves y fracturas en gran parte de la superficie del terreno, incluyendo amplias extensiones de suelo agrícola que aún no han sido urbanizadas.
Expuso que el constante hundimiento se debe a que se extrae agua a profundidades de entre 400 y 600 metros, provocando que los sedimentos arcillosos se compacten y se fracturen, que es un proceso que ha originado que muchos canales y ríos de aguas residuales estén ya por encima del nivel de terreno de las colonias aledañas, como son los casos de Los Remedios y La Compañía.
La solución al problema, dijo, implica ampliar y mejorar la infraestructura hidráulica para el desalojo de las aguas negras y reubicar en un radio de 2.5 a 3 kilómetros las zonas urbanas de Tláhuac y Valle de Chalco, que son las más propensas a inundaciones graves como las ocurridas en febrero pasado y en 2000 y 2005.
Entre las colonias que por los efectos del hundimiento acelerado han quedado por debajo del cauce natural de los ríos están Jardines, Unión de Guadalupe, Jacolones, Nueva San Isidro, Nueva San Miguel, Providencia, El Triunfo, Las Américas I y ll, Niños Héroes, Alfredo Baranda, San Miguel Xico, La Habana y San José Tláhuac.
Cristóbal Mendoza, del departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, califica la situación como una "bomba de tiempo" ante al constante crecimiento urbano en la zona y la falta de suficiente infraestructura hidráulica para el desalojo de las aguas pluviales, que se concentran en los cauces de los ríos siempre en riesgo de desbordarse".
Precisó que ya está demostrado que no sólo con infraestructura hidráulica se podrá enfrentar el problema, por lo que necesariamente se debe proceder a la reubicación de familias que construyeron sus viviendas cercanas a los ríos. "No hacerlo es mantener a esas miles de personas en riesgo permanente de inundación y brotes de epidemias", enfatizó.
Silvestre Barrera y Héctor Flores, afectados por las inundaciones de 2005 y la de febrero pasado, cuando el agua alcanzó una altura de 1.5 metros en más de diez colonias, advierten que de repetirse la tragedia ya no aceptarán bonos y monederos electrónicos para la reposición de enseres domésticos, sino que bloquearán indefinidamente las carreteras Tláhuac-Chalco y México-Puebla hasta que los gobiernos federal y del Estado de México den una solución definitiva al problema.
En tanto, ante el anuncio de lluvias torrenciales durante este mes, brigadas de la Comisión Nacional del Agua trabajan a marchas forzadas en el dragado y elevación de bordos.
Sin embargo, las obras emergentes no garantizan al ciento por ciento que no ocurra una nueva inundación hasta en tanto no entre en operación el Túnel Emisor Oriente, que con una inversión de 12 mil millones de pesos permitirá el desalojo de 150 metros cúbicos por segundo, frente a los 80 metros cúbicos que actualmente se desalojan a través de diferentes canales y plantas de bombeo incluyendo el canal La Compañía.
La mala noticia es que el citado emisor, así como otras obras de desagüe alternas, empezarán a operar hasta 2013.
Se desbordan dos ríos
Las fuertes lluvia de las últimas horas provocaron el desbordamiento de dos ríos en los municipios Ixtapaluca y Texcoco, Estado de México, lo que generó inundaciones en decenas de casas. Cuatro viviendas de la primera localidad sufrieron daños estructurales.
En Ixtapaluca, las fuertes precipitaciones ocasionaron el desbordamiento del río Frío, el cual anegó a cerca de 100 viviendas de la comunidad del mismo nombre, la cual se ubica en los límites del Estado de México con Puebla.
Asimismo, la carretera federal México-Puebla, a la altura de la comunidad Río Frío, resultó inundada y fue bloqueada por el lodo.
Ante ello, elementos de la Agencia de Seguridad Estatal desviaron la circulación vehicular por la autopista México-Puebla para evitar mayores problemas de congestionamiento vial.
Por otra parte, en Texcoco, el río Xalapango, de la comunidad de Los Reyes San Salvador, también se desbordó ocasionando inundaciones en varias casas. Aunque el agua se introdujo a los domicilios, los mismos vecinos la sacaron. (Estado de México. Heriberto Santos)
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