Buen dia,
Chequen esta nota, es reflejo de la "politica eficiente, profesional y estratègica" de los calderonistas.
| Es una vacilada política 'verde' |
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| Sergio Madrid, director del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, dijo es necesario que se revise el Decreto de Compras Verdes. Foto: Archivo |
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Karla Rodríguez
Ciudad de México (1 septiembre 2008).- El Gobierno de Felipe Calderón quiere ser ecologista... pero no sabe cómo hacerlo.
En marzo pasado entró en vigor el Decreto de Compras Verdes, el cual pretende que el Gobierno sólo adquiera productos que no dañen el ambiente, pero para algunos burócratas la "política verde" es un asunto solamente de color.
Por ejemplo, en acatamiento de la nueva disposición ecologista, la Secretaría de Gobernación lanzó una licitación para comprar fólders de color verde... la cual posteriormente tuvo que rectificar.
En realidad, la compra verde consistía en que los fólders hubieran sido fabricados sin determinado proceso químico, como quedó asentado en el expediente SG-N-DA-02/08 00004010-001-08 de Compranet.
En general, los problemas de la disposición firmada por el Presidente Calderón en septiembre del año pasado, se dan porque faltan proveedores certificados o porque quienes diseñan la licitación simplemente no saben qué pedir.
Otro ejemplo de este ecologismo a modo se dio recientemente en la Secretaría de Agricultura, dependencia que aplica la política "verde" a gusto de sus proveedores.
En la junta de aclaraciones de una licitación, los proveedores solicitaron eliminar el requisito de reciclaje para lápices rojos y de grafito... porque no contaban con la certificación de sustentabilidad ambiental.
Un caso que llamó la atención fue el de la Secretaría de la Defensa Nacional que, ante la urgencia de contar con madera, dio su voto de confianza a los proveedores, pues sólo pidió una carta "bajo protesta de decir verdad" de que su producto tenía certificación forestal, sin necesidad de que lo comprobara alguna autoridad ambiental.
Sergio Madrid, director del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, organismo encargado de acreditar a las certificadoras, declaró que no se puede legislar y simplificar de esa forma la comprobación de sustentabilidad.
"No hay claridad para los proveedores, valdría la pena que el Congreso y el Ejecutivo hicieran una revisión", propuso.
En marzo pasado entró en vigor el Decreto de Compras Verdes, el cual pretende que el Gobierno sólo adquiera productos que no dañen el ambiente, pero para algunos burócratas la "política verde" es un asunto solamente de color.
Por ejemplo, en acatamiento de la nueva disposición ecologista, la Secretaría de Gobernación lanzó una licitación para comprar fólders de color verde... la cual posteriormente tuvo que rectificar.
En realidad, la compra verde consistía en que los fólders hubieran sido fabricados sin determinado proceso químico, como quedó asentado en el expediente SG-N-DA-02/08 00004010-001-08 de Compranet.
En general, los problemas de la disposición firmada por el Presidente Calderón en septiembre del año pasado, se dan porque faltan proveedores certificados o porque quienes diseñan la licitación simplemente no saben qué pedir.
Otro ejemplo de este ecologismo a modo se dio recientemente en la Secretaría de Agricultura, dependencia que aplica la política "verde" a gusto de sus proveedores.
En la junta de aclaraciones de una licitación, los proveedores solicitaron eliminar el requisito de reciclaje para lápices rojos y de grafito... porque no contaban con la certificación de sustentabilidad ambiental.
Un caso que llamó la atención fue el de la Secretaría de la Defensa Nacional que, ante la urgencia de contar con madera, dio su voto de confianza a los proveedores, pues sólo pidió una carta "bajo protesta de decir verdad" de que su producto tenía certificación forestal, sin necesidad de que lo comprobara alguna autoridad ambiental.
Sergio Madrid, director del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, organismo encargado de acreditar a las certificadoras, declaró que no se puede legislar y simplificar de esa forma la comprobación de sustentabilidad.
"No hay claridad para los proveedores, valdría la pena que el Congreso y el Ejecutivo hicieran una revisión", propuso.
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