Sol de Mexioc
Metrópoli
DF, al borde del apocalipsis hídrico
De forma alarmante están disminuyendo las
reservas hidrológicas que suministran al Valle de
México.
El Sol de México
15 de mayo de 2008
Arturo Gómez
Ciudad de México.- La sobreexplotación de los
acuíferos y desaparición constante de las áreas de
recarga por la expansión de la mancha urbana,
mantienen a la Ciudad de México al borde del
Apocalipsis hídrico lo que hace urgente buscar nuevas
fuentes de abastecimiento, impulsar un programa de
reparación de fugas en toda la red de distribución
y que la población de un uso racional al vital
liquido, estableció la Comisión Nacional del Agua
(Conagua).
El organismo señaló que la extracción de agua del
subsuelo del Area Metropolitana ha llegado a su
punto máximo y no se cuenta con nuevas fuentes
potenciales de abastecimiento por lo que es
vitalmente necesario el uso racional del líquido y
revisión de los 70 mil kilómetros de la red primaria
que permita detectar y corregir fugas.
La advertencia no es para menos. Un informe de la
Comisión Especial para la Gestión Integral del
Agua de la Asamblea Legislativa reveló que sólo
queda uno por ciento de las reservas de los
depósitos lacustres que sirven para abastecer el 70 por
ciento de la demanda en esta capital, mientras
que las cuencas del Lerma y Cutzamala, principales
aportadoras del líquido, registran un
irreversible agotamiento.
Lo paradójico de este escenario es que por falta
de inversión en infraestructura hidráulica, el 40
por ciento del agua con que se abastece a la
capital se pierde por las tuberías rotas o
carcomidas que tienen una antigüedad promedio de 30 años.
Esto quiere decir que de los 35 metros cúbicos
por segundo que se "inyectan" al sistema de
distribución, sólo se utilizan 21 metros cúbicos y no
siempre adecuadamente porque quienes cuentan con el
servicio domiciliario incurren con frecuencia en
el dispendio debido a tarifas subsidiadas y
falta de una cultura de uso racional.
Una manera de medir las grandes desigualdades en
el uso y abasto de agua, es que una persona que
habita en colonias de ingresos medios y altos
consume en promedio 350 litros diarios, en tanto que
esa misma cantidad sirve para atender las
necesidades de una familia de seis integrantes que
habita en Iztapalapa, Iztacalco o la Gustavo A. Madero
donde el suministro es escaso y parte importante
de la demanda se atiende en tomas públicas o por
tandeo.
Agustín Breña Puyol, del Departamento de
Hidrobiología de la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), afirmó que el problema de abasto de agua a
esta capital es ya una situación de vida o muerte
porque poco se ha invertido en infraestructura,
hay agotamiento de las reservas lacustres y
continua el crecimiento incesante de la mancha urbana
que presiona el aumento en la demanda y está
afectando el suelo de conservación donde se recargan
los acuíferos.
A ello, subrayó, debemos sumar la escasa
conciencia de quienes cuentan con el suministro y lo
desperdician impunemente. En esta capital más de un
millón 500 mil personas carecen del líquido
entubado y para obtenerlo tienen que pagar entre 20 y
30 pesos por metro cúbico (mil litros) cuando la
tarifa oficial es de 1.40 pesos por metro cúbico.
En ese sentido, la Comisión Especial para la
Gestión Integral del Agua de la Asamblea Legislativa
advierte que la falta de agua es tan grave en
colonias de la periferia de la ciudad que en época
de estiaje aumentan hasta en mil por ciento los
casos de epidemia relacionados con la higiene,
mientras que los "piperos" cobran impunemente entre
30 y 50 pesos el llenado de tambos y exigen hasta
300 pesos a quienes desean llenar la cisterna de
su casa.
Para los legisladores locales, la insuficiencia
de abasto de agua dejó de ser un asunto de tipo
económico o estructural, para convertirse en un
tema de salud pública y de estricto sentido social
porque la falta de ese recurso está provocando una
disminución en la calidad de vida y una fuerte
irritación entre quienes no cuentan con ese
recurso o lo obtienen a precio excesivo y comprueban
que impunemente persiste el derroche en las
colonias residenciales.
CUENTA REGRESIVA
Guillermo Agudelo Murguía, del Instituto de
Investigación Sobre la Evolución Humana, apunta que
las consecuencias de la sobreexplotación de los
acuíferos no sólo está impactado en la calidad de
vida de campesinos de la cuenca del Valle de México
que enfrentan una disminución drástica de sus
cosechas, sino que también hay efectos en la urbe
por el hundimiento de casas y rompimiento de
tuberías que agudizan la situación de desabasto.
Sin embargo, precisó, el problema más grave y
complejo es la contaminación de los mantos acuíferos
que al sobreexplotarlos están arrojando agua con
alto contenido de sulfatos, cloruros, nitratos y
amonio que rebasan las normas establecidas por
la Secretaría de Salud (SSa) para el consumo de
agua potable.
La situación es todavía más delicada porque en
algunos acuíferos se tiene registrada la presencia
de boro lo que significa que el bombeo ha llegado
a las aguas fósiles y este elemento puede
producir graves daños al sistema reproductor humano
-atrofia testicular y deficiencias
espermatogénicas-.
Agudelo Murguía indicó que de acuerdo a informes
de la Secretaría de Agua, Obra Pública e
Infraestructura del Estado de México, los 200 principales
pozos de la cuenca del Valle de México con que
se abastece de agua al Distrito Federal (DF),
registran severo agotamiento por lo que se ha tenido
que perforar a más de 400 metros de profundidad
que es prácticamente el punto tope para extraer
agua libre de elementos dañinos como el boro y el
amonio que es lo que provoca el color amarillento
o chocolatoso del líquido.
Además, de acuerdo a ese informe, las cuencas del
Valle de México y del Lerma presentan un
agotamiento del 130 por ciento lo que pone en grave
riesgo a la Ciudad de México y su área conurbana que
dependen de esas fuentes externas para el abasto
del 30 por ciento de la población.
necesario aumentar el caudal
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), asienta
que para los próximos tres años será necesario
aumentar el caudal en cuando menos 19 metros
cúbicos para un total de 54 metros cúbicos por segundo
o de lo contrario se agudizará la escasez y será
necesario "escalonar" el suministro lo que
significará que se entrará a una nueva y permanente
etapa de racionalidad forzada.
El organismo expone que ante el agotamiento de
las fuentes externas como el Cutzamala y el Lerma,
es urgente detener el crecimiento de la mancha
urbana sobre las áreas de recarga que son
tácitamente la salvación de la ciudad y que, sin embargo,
continúan constantemente invadidas por toda clase
de organizaciones ligadas a un partido político.
Los datos disponibles refieren que existen más
de 700 asentamientos humanos irregulares en tres
mil hectáreas de suelo de conservación y que las
áreas preferidas de los invasores siguen siendo el
Ajusco Medio, Tláhuac y Milpa Alta donde
diariamente se urbanizan 13 mil metros cuadrados de
terreno.
La Conagua precisó que por cada metro cuadrado
que se ocupa de suelo de conservación, se pierden
para siempre 170 litros de agua de recarga anual o
bien, por cada hectárea que se ocupa, se pierde
el agua que consumen mil 500 familias por lo que
reiteró la necesidad urgente de proteger las
áreas de recarga que es la opción única para evitar
que en un futuro muy próximo y prácticamente
inminente la capital del país empiece a agonizar de
sed.
Armando Ramirez
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